La expansión de la infraestructura, especialmente en el centro del país y la Zona Metropolitana del Valle de México, es fundamental para garantizar el suministro continuo a flotillas empresariales y otros usuarios. Se proyecta que en los próximos tres años se añadirán más de 50 nuevas estaciones, lo que permitirá una mayor penetración y cobertura del mercado.
La infraestructura de INFRA, por ejemplo, destaca con una capacidad de 5,000 MMBtu/día y el uso de compresores y módulos de distribución de alta eficiencia. Estos avances no sólo aseguran un suministro estable, sino que también reducen los tiempos de carga y los costos operativos, ofreciendo un valor agregado a las empresas que buscan alternativas energéticas confiables.
Marco normativo en evolución
La NOM-010-ASEA-2016 y otros lineamientos de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) establecen requisitos estrictos en el diseño, operación y mantenimiento de instalaciones de GNV. Si bien estas regulaciones garantizan la seguridad y calidad, también han sido señaladas como un reto para el crecimiento debido a la complejidad y duración de los trámites.
No obstante, se vislumbran oportunidades. La Ley de Hidrocarburos y la Ley General de Mejora Regulatoria han abierto la puerta a modelos de suministro flexibles, como estaciones de autoconsumo. Además, algunas políticas locales ya están incentivando la conversión de flotas y la instalación de infraestructura de GNV, lo que sugiere que a nivel federal y estatal se podrían implementar mayores incentivos en el futuro cercano.
Retos persistentes y desafíos del mercado
Uno de los principales retos es la sobrerregulación. Aunque las normas están orientadas a garantizar la seguridad, los excesivos requisitos y la multiplicidad de permisos (por parte de CRE, ASEA, SCT, SEMARNAT) pueden retrasar la implementación de nuevas estaciones y dificultar la expansión de la infraestructura. Reducir estos trámites sin sacrificar la seguridad es un objetivo clave para acelerar el crecimiento del mercado.
Limitaciones geográficas y de infraestructura
En la Zona Metropolitana del Valle de México, la infraestructura aún es limitada. A pesar del crecimiento, la cobertura de estaciones sigue siendo insuficiente para una adopción masiva en flotillas empresariales. Esto representa un desafío importante para las empresas que dependen de un abastecimiento continuo y confiable. Oportunidades para las empresas: Un camino de transición realista El GNV ofrece ahorros significativos en comparación con combustibles tradicionales, con reducciones de costos de hasta un 55% en algunos casos. Este ahorro, junto con la estabilidad de precios y la menor volatilidad, permite a las empresas planificar presupuestos con mayor certeza y mejorar su competitividad en el mercado. Aunque el GNV sigue siendo un combustible fósil, su combustión produce significativamente menos contaminantes que el diésel o la gasolina. Esto se traduce en una menor huella de carbono, lo que ayuda a las empresas a cumplir con normativas ambientales y mejorar su imagen corporativa, mientras se transita hacia tecnologías cero emisiones en el futuro. El GNV es una solución disponible hoy. Su implementación es rápida – muchas operaciones pueden adaptarse en menos de 4 meses – y no requiere cambios drásticos en la infraestructura. Esto lo convierte en una opción viable y práctica para empresas que buscan una transición inmediata hacia una energía más limpia y económica. Las empresas de transporte con flotillas – ya sean de camiones, camionetas, vans o tractocamiones – encuentran en el GNV una herramienta poderosa para reducir costos operativos y mejorar la eficiencia. Los estudios muestran que el retorno de inversión es muy atractivo, con ahorros que se acumulan rápidamente, haciendo del GNV una inversión estratégica. El GNV, un paso hacia un futuro más sostenible El panorama del GNV en México se perfila como uno de los más prometedores para la próxima década. Con un crecimiento acelerado en infraestructura, un marco regulatorio en evolución y oportunidades de ahorro y eficiencia operativa, el GNV se consolida como el combustible de transición ideal para empresas que buscan optimizar sus procesos sin sacrificar competitividad y sustentabilidad. Si bien existen retos – como la sobrerregulación y la necesidad de mayor cobertura en áreas clave – las oportunidades son abundantes. Para las empresas de la industria de fabricación y transporte, adoptar el GNV significa reducir costos, mejorar la calidad de sus operaciones y contribuir a un entorno más limpio, todo mientras se transita hacia tecnologías completamente limpias a largo plazo.